Rutas | Salas de Bureba

Arroyo de los Molinos

Localidad: Salas de Bureba Tras atravesar la zona de huertas y árboles frutales, en especial cerezos y manzanos englobados en buena parte dentro de las “marcas de garantía” del Valle de Las Caderechas, se alcanza sin problemas la orilla del arroyo de los Molinos. Sorprende el caudal que incluso en verano lleva este curso de agua que era utilizado para mover las ruedas de varios molinos harineros, entre otros del denominado molino de Poza. En la zona reina un ambiente húmedo que propicia el desarrollo de un interesante bosque de ribera, con fresnos, sauces, avellanos y alisos. Entre la fauna se pueden observar un gran número de especies insectívoras y forestales y está constatada la presencia de dos especies que denotan la pureza de las aguas del arroyo de los Molinos: el martín pescador y el mirlo acuático. El regreso se efectúa por el camino de Padrones de Bureba, que en algunos tramos discurre sombreado por grandes pinos resineros. Época recomendable: todo el año. Dificultad: baja. Distancia y tiempo: 6 kilómetros y dos horas. Interés: paisaje, bosques, fauna, etnografía. Mapa topográfico 1:25.000: nº.: 136-III, Oña.

Riberas del río Homino

Localidad: Salas de Bureba Pequeño recorrido al encuentro del río Homino, sus bosques de ribera y las interesantes especies de fauna y flora que viven en su privilegiado entorno. Perteneciente a la cuenca hidrográfica del Ebro, el río Homino —que nace en Hontomín y tras 45 kilómetros de recorrido desemboca en el Oca, a la altura de Terminón—, atraviesa el termino de Salas de Bureba muy cerca del caserío del pueblo y en paralelo a la futura Vía Verde de Santander-Mediterráneo. Para llegar hasta el río lo mejor es tomar el antiguo camino carretero que se dirige desde Salas de Bureba hacia Hermosilla. Tras cruzar la Vía Verde se alcanza el sencillo puente que cruza el río. El origen de sus aguas hay que buscarlo en los importantes acuíferos —exactamente el denominado Sistema número 64— acumulados en el subsuelo del Páramo de Masa. Siguiendo el curso del río, por cualquiera de sus dos orillas, se descubren los interesante valores ecológicos que atesora la zona. En el bosque de galería, formado por chopos, sauces, fresnos y alisos, se refugia una gran cantidad y variedad de avifauna entre la que destaca el zorzal común, el mosquitero común y el alcaudón dorsirrojo. No es rara la presencia de algunas aves acuáticas como el martín pescador, el zampullín chico, el ánade real y la gallineta de agua. En el río habitan algunas truchas, barbos, bogas, bermejuelas y varias especies de anfibios y reptiles acuáticos. Época recomendable: todo el año. Dificultad: baja. Distancia y tiempo: 5 kilómetros y dos horas. Interés: paisaje, bosques de ribera, fauna. Mapa topográfico 1:25.000: nº.: 136-III, Oña.

Subida a Peña Alborto

Localidad: Salas de Bureba Justo en el extremo más septentrional del término municipal de Salas de Bureba se localiza la Peña Alborto. Desde sus cerca de mil metros de altura, exactamente 979, se divisan unas extensas panorámicas del Valle de Las Caderechas y de buena parte de la comarca de La Bureba. Tras unos pocos metros por la carretera que se dirige hacia Aguas Cándidas se localiza un camino que hacia la derecha se interna en un bosque con grandes y retorcidos ejemplares de pino resinero, que todavía muestran en sus troncos las alargadas cicatrices de su secular explotación resinera. También se pueden ver algunos aislados quejigos que son el testimonio del autóctono bosque clímax que cubría el territorio antes de la plantación de los pinos a finales de siglo XIX. El denso sotobosque, en el que predominan los helechos, sirve de refugio a un buen número de animales salvajes entre los que predominan los corzos y los jabalíes. También están presentes en estos bosques muchas ardillas, algunas martas y unos pocos gatos monteses. Tampoco es difícil sorprender ruidosas bandadas de piquituertos en busca de piñas, que se cruzan en sus alborotados vuelos con carboneros, cucos, picapinos y pitos reales. Entre las rapaces del bosque están presentes águilas culebreras, halcones abejeros, gavilanes y azores. Tras cruzar el regato de la Torca de la Tejera, el marcado camino inicia el suave ascenso hacia la cumbre de la montaña. Dejando atrás El Bujal y Mazorro se alcanza la cima de Peña Alborto: privilegiado mirador de la comarca. El regreso se debe efectuar por el mismo camino. Época recomendable: todo el año. Dificultad: media. Distancia y tiempo: 8 kilómetros y tres horas. Interés: paisaje, pinares, fauna. Mapa topográfico 1:25.000: nº.: 136-III, Oña.