El Diario de Burgos realizó un reportaje el Viernes sobre la red WIFI que se ha instalado en Salas. Hoy se ha publicado.
Salas de Bureba, en la aldea global.
En Salas de Bureba, al igual que en otros pequeños núcleos de la
provincia, el acceso a las líneas de ADSL u otro tipo de tecnología para
acceder a internet ha sido un sueño inalcanzable durante muchos años,
pero la iniciativa municipal y el impulso de varios usuarios han
permitido avanzar y, aunque con algunas limitaciones, desde hace medio
año ya tienen abierta su ventana al mundo.
Ante la demanda
ciudadana, desde la Corporación municipal se planteó la posibilidad de
instalar unos equipos que facilitaran el acceso a la red y para ello se
pusieron en contacto con una empresa, en este caso Iberbanda, que
instaló el equipamiento necesario en el único sitio del pueblo donde
había cobertura, el depósito de agua, y de ahí se reparte la señal a
todo el pueblo.
El coste de esos equipos ha supuesto para las arcas
municipales un desembolso de unos 2.000 euros, señalan el alcalde, Rubén
Saiz, y el concejal responsable de las nuevas tecnologías, Jesús Nuñez,
quienes se muestran muy satisfechos por la buena aceptación que ha
tenido entre los vecinos esta iniciativa a la que poco a poco se van
sumando más usuarios, «aunque el problema lo tendremos en verano porque
el número de usuarios aumentará mucho y la velocidad contratada es de
dos megas, lo que no permite tener muchos usuarios conectados».
En
estos momentos hay trece usuarios habituales, algunos de los cuales han
tenido que instalar una antena para poder acceder desde sus viviendas,
ya que la señal, aunque es potente, no llega a todos los puntos de esta
localidad de unos 150 habitantes.
El Ayuntamiento ha contratado dos
megas, aunque la intención, si la demanda sigue aumentado, «es subir a
cuatro megas, que es lo máximo que se oferta», apunta Nuñez, quien
recuerda que a los usuarios se les advirtió que, al tratarse de un
servicio que ofrece el Ayuntamiento y tener una velocidad limitada, «el
uso que se debe dar únicamente es el acceso a internet, pero sin
descargas porque si lo hacen un usuario se puede comer toda la línea y
el resto no puede acceder a la cuenta de correo. Hasta ahora no ha
habido problemas y todos están respetando la recomendación», apunta.
Ahora el Ayuntamiento, que no ha recibido ninguna ayuda de las
administraciones para materializar esta iniciativa, paga una cuota
mensual de poco más de setenta euros y los vecinos, que acceden al
servicio con una clave personal, solo abona una pequeña cuota para
mantenimiento de los equipos «porque requieren un mantenimiento y que
una persona esté al tanto de ellos». Y pagan con gusto porque ahora
tienen una ventana al mundo global, como manifiestan Gregorio, Maite,
Isabel, Sonia, Estíbaliz, Elvira, Jesús y Rubén, quienes utilizan
habitualmente internet para acceder a informaciones a las que es difícil
llegar desde una pequeña localidad como Salas o para realizar algún
trámite administrativo.
Además de la red wifi, desde hace poco más de
un mes en Poza de la Sal, situado a cuatro kilómetros, ya cuenta con
ADSL, lo que permitirá a los vecinos de Salas acceder a esa posibilidad
que ofrece más velocidad.